Museo de la mar de Sóller. 2004 — Museografía

Museografía que crece en paralelo a la rehabilitación del oratorio de Santa Caterina del Port de Sóller. Dos espacios donde se explica la relación de Sóller con el mar y la isla de Mallorca.

El Museu de la Mar fue un encargo del Govern de les Illes Balears. En lugar de construir desde cero un gran edificio se propuso elaborar un plan maestro dividiendo el programa en varias ubicaciones que diesen nuevos usos a edificios antiguos y que ofreciesen nuevas actividades turísticas en distintos pueblos de Mallorca. El Museu de Sóller fue el primero en realizarse.

Sóller es un sitio muy especial dentro de la geografía balear, puesto que hasta que no se construyó la vía del tren, se tardaba menos tiempo en viajar desde Palma hasta Marsella del que se empleaba en llegar hasta el pueblo. Por eso se buscó conceptualizar esta población como una isla dentro de una isla, un territorio que, a pesar de esta situación, ha tenido potentes conexiones con el extranjero a lo largo de su historia. La exposición de la primera planta se desarrolla por lo tanto en tres fases: en primer lugar Sóller, una isla dentro de una isla; después las herramientas del maestro carpintero y de la construcción del llagut, embarcación típica balear; y por último el mar y la relación con otros pueblos y la emigración, cuyos protagonistas regresaron a su tierra natal y trajeron consigo avances y cambios en la lengua y en las formas artísticas y arquitectónicas. El espacio se va fugando hacia una vista del mar, como si se tratase de un efecto del teatro del barroco. De esta forma es como si hiciéramos un viaje desde Sóller al mundo para regresar de nuevo a casa. En la parte final hay también un interactivo que relaciona palabras y su fonética en mallorquín, que incluye en esta zona un gran número de galicismos debidos a estos movimientos migratorios.

En la planta inferior encontramos un audiovisual producido expresamente para este museo sobre la relación de Sóller con el mar. Esta sala está completamente pensada para coordinarse con el audiovisual. Los bancos están hechos de resina retroiluminada que, junto a los espejos de los laterales, dibuja anillos de agua y luz. Cada transición en el audiovisual se marca con la caída de una gota que provoca la vibración del espacio gracias a estos juegos de luz. Una vez terminado el audiovisual, se encienden las luces y los dos espejos espía laterales se convierten en urnas dentro de las cuales se pueden contemplar un barco y otros objetos relacionados con la pesca.

Institución impulsora: Ajuntament de Sóller, Govern de les Illes Balears

Ubicación: Sóller, Mallorca

© Fotografía: Ignasi Cristià SL