09.06.2018 — Melodías conocidas de la música, la opereta y la ópera

A menudo suele pasar que te llega la agradable llamada de un amigo que te pide que le eches una mano, y al final se convierte en una excusa para volverlo a ver y compartir nuestras últimas experiencias.

Krastin Nastev es un músico brillante que hace poco se ha instalado en Basilea y que tiene una sólida experiencia como director musical. Ha sido invitado a dirigir conciertos por toda Europa y hace poco dirigió la orquesta y el coro de la Radio Nacional Búlgara.

Yo tuve la gran suerte de conocer a Krastin Nastev como cantante bajo su batuta. Esta vez he podido viajar a Schopfheim / Fahrnau (Alemania) donde he interpretado como solista dos piezas y he reforzado la cuerda de tenores del coro que dirige.

Cantar dejándose llevar por las manos de un director como Krastin Nastev es como caminar por la cuerda floja y saber que nunca caerás, porque él te guía y te marca los equilibrios; tiene el gran don de saber comunicar con el gesto, con la mirada, con los movimientos de todo su cuerpo.

Ponerse de nuevo en la piel de un cantante de ópera te regala una vivencia imprescindible para entender los secretos de una profesión tan compleja, delicada y maravillosa. Recibo esta experiencia, que sin duda será muy útil en los nuevos retos y proyectos de futuro, como un gran regalo que enriquece mi trabajo como profesional dentro del mundo de la museografía y la dramaturgia.

Muchas gracias Krastin Nastev por este encuentro sobre el escenario. De tu mano he podido conocer a la soprano Svetlana Doneva. Su mirada transparente te atraviesa y te deja ver su espíritu de artista; su voz se despliega por el espacio haciendo revivir la música y, en un instante, una conmovedora poesía atrapa a los espectadores.

Artículo en el diario Badische Zeitung

Artículo en el diario Verlaghaus–Jaumann